Una nueva revisión sistemática Cochrane concluye que los enfoques de tratamiento multicomponentes (que abordan la dieta, la actividad física y/o otras conductas) mejoraron ligeramente el bienestar físico y el índice de masa corporal (IMC) en puntuación z (una medida que indica si el peso de una persona es mayor o menor de lo habitual para su edad y sexo) en adolescentes (de 10 a 19 años) a los dos años. Estos tratamientos tuvieron efectos globales limitados sobre el bienestar mental, la actividad física, la calidad de vida y la puntuación z del IMC a los 12 meses, señalan los autores de la revisión, entre quienes están Juan V. A. Franco, Esteban Villegas Arbeláez y Mauricio Medina Rodríguez, de la Red Cochrane Iberoamericana.
Asimismo, destacan que los beneficios y riesgos globales de los tratamientos multicomponentes para adolescentes siguen siendo inciertos, y la mayor parte de la evidencia incluida en esta revisión procede de países de ingresos altos. Por todo ello, se necesitan más estudios en distintas poblaciones y contextos, para comprender qué funciona y qué no funciona en diferentes adolescentes.
¿Cuál es el problema?
La obesidad en adolescentes es un problema de salud global con múltiples causas, entre ellas la dieta, la actividad física y el comportamiento. En adolescentes, la obesidad suele definirse como tener un índice de masa corporal (IMC) —un valor calculado a partir de la altura y el peso para comprobar si el peso está dentro de un rango saludable— muy superior a lo habitual para personas de la misma edad y sexo.
Para manejar la obesidad en adolescentes se utilizan con frecuencia tratamientos que fomentan hábitos más saludables, pero su impacto a largo plazo no está claro.
¿Qué queríamos averiguar?
Queríamos determinar si los tratamientos multicomponentes que promueven una mejor alimentación, mayor actividad física y cambios de conducta ayudan a los adolescentes (de 10 a 19 años) que viven con obesidad. Nos centramos en cómo estos tratamientos afectan al bienestar físico y mental, la calidad de vida, la actividad física y las medidas relacionadas con el peso a largo plazo (seguimientos de 12 a 24 meses).
¿Qué hicimos?
Buscamos estudios que evaluaran tratamientos que combinaran dos o más componentes: dieta, actividad física o cambio de conducta. Solo incluimos estudios que compararan estos tratamientos con ningún tratamiento, la atención habitual o un grupo en lista de espera. Todos los estudios debían haber realizado un seguimiento de al menos un año desde el inicio de la intervención.
Comparamos y resumimos los resultados de los estudios y evaluamos nuestra confianza en la evidencia, teniendo en cuenta factores como los métodos utilizados y el tamaño de los estudios.
¿Qué encontramos?
Encontramos 33 estudios con 5949 adolescentes, realizados principalmente en países de ingresos altos, en entornos como escuelas, iglesias, centros sanitarios y centros comunitarios.
Dividimos los estudios en dos grupos:
1. Estudios basados en el ámbito sanitario, en los que los tratamientos se ofrecían en centros de atención primaria u hospitales.
2. Estudios basados en la comunidad, en los que los tratamientos se ofrecían en escuelas, centros comunitarios, centros deportivos u otros espacios públicos.
Resultados principales
En comparación con la atención habitual, los enfoques multicomponentes basados en el ámbito sanitario pueden producir poca o ninguna diferencia en los adolescentes en cuanto a:
- bienestar físico o mental;
- actividad física, cuando se mide como cambio respecto al inicio (es decir, cuánto aumenta o disminuye la actividad tras el tratamiento);
- puntuación z del IMC.
No sabemos si estos tratamientos influyen en los niveles de actividad física cuando se miden como puntuación final. Estos enfoques podrían mejorar ligeramente la calidad de vida de los adolescentes. Existe mucha incertidumbre sobre si provocaron efectos adversos o no deseados. Ninguno de los estudios que evaluaron enfoques sanitarios informó sobre discapacidad asociada a la obesidad.
En comparación con la atención habitual, los enfoques multicomponentes basados en la comunidad pueden:
- mejorar ligeramente el bienestar físico de los adolescentes;
- producir poca o ninguna diferencia en el bienestar mental y en los niveles de actividad física;
- producir poca o ninguna diferencia en la puntuación z del IMC a corto plazo (12 meses) y reducirla ligeramente a más largo plazo (24 meses).
Estos tratamientos probablemente producen poca o ninguna diferencia en la calidad de vida a los 12 meses. Ninguno de los estudios comunitarios informó sobre discapacidad asociada a la obesidad ni sobre la aparición de efectos no deseados o perjudiciales.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Tenemos poca confianza en la evidencia, ya que los estudios tuvieron un seguimiento a largo plazo limitado y presentaron deficiencias metodológicas. Además, la mayoría se realizó en países de ingresos altos, por lo que no es seguro que estos enfoques funcionen igual en otros contextos y poblaciones.
¿Qué grado de actualidad tiene esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta febrero de 2024.
Referencia
Franco JVA, Guo Y, Bongaerts B, Metzendorf MI, Hindemit J, Aqra Z, Alhalahla M, Tapinova K, Villegas Arbelaez E, Alade OT, Medina Rodriguez M, Rees K, Al-Khudairy L, Torbahn G, Ells LJ. Multimodal health behaviour‐changing interventions for adolescents living with obesity. Cochrane Database of Systematic Reviews 2025, Issue 12. Art. No.: CD016062. DOI: 10.1002/14651858.CD016062