¿El ejercicio es un tratamiento eficaz para el dolor lumbar crónico?

El ejercicio probablemente reduce el dolor de espalda crónico, aquel que dura más de tres meses o reaparece más de dos veces al año, en comparación con no seguir ningún tratamiento, seguir la atención habitual o un placebo. Esta es la principal conclusiones de una nueva revisión Cochrane publicada recientemente.  Asimismo, el ejercicio podría reducir el dolor y mejorar la discapacidad en comparación con tratamientos habituales como la electroterapia o la educación. Esta revisión también destaca que hay muchos estudios de investigación en esta área, pero se necesitan estudios más grandes y mejor diseñados que permitan establecer conclusiones firmes.

A continuación se resumen en términos sencillos otros aspectos de esta revisión:

¿Cómo puede ayudar el ejercicio a las personas con dolor lumbar crónico?

El dolor lumbar crónico (de larga duración) es una causa habitual de discapacidad en todo el mundo y es caro en términos de costes sanitarios y horas de ausencia laboral. El tratamiento con ejercicios tiene como objetivo aumentar la fuerza muscular y articular, y mejorar la función muscular y la amplitud de movimiento. Esto debería reducir el dolor y la discapacidad, y acelerar la recuperación y la vuelta a las actividades cotidianas. Los tratamiento con ejercicios están diseñados o prescritos por profesionales sanitarios y abarcan una serie de tipos de ejercicio, duraciones y métodos de realización. Algunos ejemplos de tratamiento con ejercicios son los programas para mejorar el estado físico general impartidos en grupo, el ejercicio aeróbico en forma de programas de caminar y el fortalecimiento de músculos o grupos de músculos específicos para aumentar la estabilidad del cuerpo.

¿Qué se quería averiguar?

Se quería saber si el ejercicio mejora el dolor y la discapacidad de las personas con dolor lumbar crónico más que ningún tratamiento, la atención habitual, el placebo u otros tratamientos habituales. En esta revisión, el dolor lumbar crónico se considera como un dolor que dura tres meses o más o que desaparece pero vuelve más de dos veces en un año. No tiene una causa específica, como podrían ser un tumor o una lesión. Algunos ejemplos de tratamientos comunes son la manipulación de la columna vertebral o la terapia psicológica. La "atención habitual" es la atención proporcionada por un médico de familia.

¿Qué se hizo?

Se buscaron los estudios que evaluaran los efectos del tratamiento con ejercicios sobre el dolor o la discapacidad en comparación con ningún tratamiento, la atención habitual, el placebo u otros tratamientos comunes. Los participantes de los estudios debían ser adultos con dolor lumbar crónico.

Se compararon y resumieron los resultados de estos estudios y la confianza en la evidencia se calificó según factores como la metodología y el tamaño de los estudios.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 249 estudios con un total de 24 486 personas. La mayoría de los estudios se llevaron a cabo en Europa (122 estudios); otros lugares frecuentes de localización fueron Asia, América del Norte y Oriente Medio. El promedio de edad de los participantes de los estudios fue 43,7 años; el 59% eran mujeres. La intensidad promedio del dolor de los participantes al inicio de los estudios era de 51 puntos en una escala de 100 puntos, donde 100 es el dolor máximo. Los participantes presentaban dolor de espalda entre 12 semanas y 3 años (78 estudios) o más de 3 años (72 estudios); 99 estudios no informaron del tiempo que los participantes llevaban presentando dolor lumbar.

El 61% de los estudios (151 estudios) examinaron la efectividad de dos o más tipos diferentes de ejercicios, y el 57% (142 estudios) compararon el tratamiento con ejercicios con un tratamiento sin ejercicios. Los tipos de ejercicios más habituales fueron el fortalecimiento del tronco (127 grupos de estudio), los ejercicios mixtos (> 2 tipos) (109 grupos de estudio), el pilates (29 grupos de estudio), los ejercicios de fortalecimiento general (52 grupos de estudio) y el ejercicio aeróbico (30 grupos de estudio). Las sesiones de ejercicio fueron individuales con un profesional sanitario (163 grupos de estudio) o en una clase de ejercicios en grupo (162 grupos de estudio). Más de la mitad de los estudios incluyeron otro tratamiento junto con el ejercicio (247 grupos de estudio), incluida la educación o el asesoramiento (137 grupos de estudio), la electroterapia (46 grupos de estudio) o la terapia manual (21 grupos de estudio).

La mayoría de los estudios midieron el dolor (223 estudios) y la discapacidad (223 estudios). Sólo 12 estudios aportaron datos sobre los efectos no deseados de los tratamientos que se pudieron utilizar. Los estudios hicieron un seguimiento de las personas a corto plazo (de 6 a 12 semanas; 184 estudios); a medio plazo (de 13 a 47 semanas; 121 estudios) y a largo plazo (48 semanas o más, 69 estudios).

También se identificaron 172 estudios más recientes que se añadirán a la próxima versión de esta revisión.

Resultados principales

Las personas que recibieron tratamiento con ejercicios calificaron su dolor de media en 15 puntos mejor y su discapacidad en 7 puntos mejor, en una escala de 0 a 100, tres meses después del inicio del tratamiento en comparación con las personas que recibieron la atención habitual, placebo o ningún tratamiento. El ejercicio es probablemente más eficaz para el dolor (35 estudios, 2746 personas) y probablemente algo más eficaz para la discapacidad (38 estudios, 2942 personas) que ningún tratamiento, la atención habitual o el placebo en todos los períodos de seguimiento.

El ejercicio podría ser más eficaz para el dolor (64 estudios, 6295 personas) y es probablemente más eficaz para la discapacidad (52 estudios, 6004 personas) que los tratamientos comunes a corto y medio plazo.

Pocos estudios informaron efectos no deseados leves del ejercicio, y los más frecuentes fueron un aumento del dolor lumbar y muscular. Sin embargo, los grupos que no hicieron ejercicios notificaron tipos y números similares de efectos no deseados.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La confianza en la evidencia es limitada. Los estudios utilizaron el tratamiento con ejercicios de diferentes maneras y, por lo tanto, informaron resultados diferentes entre sí. Algunos estudios eran muy pequeños (el número medio de participantes fue de sólo 98). Es posible que el diseño de algunos estudios haya hecho que los efectos beneficiosos del ejercicio parezcan mayores de lo que son.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta el 28 de abril de 2018.

Referencia
Hayden  JA, Ellis  J, Ogilvie  R, Malmivaara  A, van Tulder  MW. Exercise therapy for chronic low back pain. Cochrane Database of Systematic Reviews 2021, Issue 9. Art. No.: CD009790. DOI: 10.1002/14651858.CD009790.pub2

4.10.2021