Una reciente revisión sistemática Cochrane concluye que, en embarazadas con resultados positivos a la prueba del VIH, es probable que añadir un medicamento contra el paludismo (antipalúdico; como la mefloquina o la dihidroartemisinina/piperaquina) al tratamiento habitual de prevención de infecciones para personas con VIH (cotrimoxazol diario) reduzca el riesgo de que la madre esté infectada de paludismo (o malaria) en el momento de dar a luz. Los autores de la revisión, entre quienes figuran Clara Pons-Duran, Myrte J. Wassenaar, Clara Marín-Carballo y Raquel González, de la Red Cochrane Iberoamericana, señalan además que también es probable que reduzca la infección por paludismo en la placenta y que no afecte al riesgo de perder el bebé antes o después del parto, o de que el bebé tenga bajo peso al nacer.
Aunque la mefloquina, añadida al cotrimoxazol diario, probablemente reduzca el riesgo de infección por paludismo en mujeres con resultado positivo (seropositivas) al VIH, probablemente aumente el riesgo de transmisión de madre a hijo del VIH y podría tener un mayor riesgo de reacciones negativas al medicamento.
Por otra parte, la dihidroartemisinina/piperaquina, añadida al cotrimoxazol diario, probablemente reduzca el riesgo de paludismo en la placenta de embarazadas seropositivas a VIH. Es probable que no suponga una diferencia en el riesgo de bajo peso al nacer o de pérdida del bebé antes o después del nacimiento, ni en el riesgo de efectos secundarios leves, como vómitos.
A continuación se detallan otros aspectos relevantes de la revisión
¿Por qué es importante prevenir el paludismo en embarazadas con resultados positivos al VIH?
Las embarazadas con resultados positivos al VIH son vulnerables al paludismo. Tener VIH y paludismo puede empeorar el paludismo en el embarazo, aumentando el riesgo de complicaciones de salud para las mujeres y sus hijos. En personas con VIH, incluidas embarazadas, de muchos países donde el paludismo es frecuente, se recomienda la ingesta diaria de un medicamento llamado cotrimoxazol para prevenir infecciones. Las mujeres que toman cotrimozaxol no pueden tomar el medicamento recomendado para prevenir el paludismo, la sulfadoxina-pirimetamina, por posibles interacciones negativas entre ambos medicamentos.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso saber si alguno de los medicamentos antipalúdicos disponibles actualmente son eficaces y seguros al usarlos para prevenir el paludismo en embarazadas seropositivas al VIH. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada en 2011.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que investigaran los efectos beneficiosos y perjudiciales de los antipalúdicos empleados para prevenir el paludismo en embarazadas seropositivas al VIH. Se combinaron los resultados de estos estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 14 estudios con 4976 embarazadas seropositivas al VIH. Los estudios se realizaron entre 2002 y 2023 en países subsaharianos: Benin, Gabón, Kenia, Malawi, Mozambique, Nigeria, República Centroafricana, Tanzania, Togo, Uganda y Zambia. Los estudios examinaron nueve comparaciones de tratamientos con medicamentos.
¿Cuáles son los resultados principales de esta revisión?
Añadir un antipalúdico como la mefloquina o la dihidroartemisinina/piperaquina al cotrimoxazol diario probablemente reduzca el riesgo de infección por paludismo en la sangre materna en el momento del parto y en la placenta. Es probable que no aumente ni reduzca el riesgo de tener un bebé con bajo peso al nacer ni de perder el bebé antes o después del parto. Es probable que no aumente ni reduzca el riesgo materno de anemia (es decir, una concentración baja de hierro en la sangre). Se desconoce si tiene algún efecto en el riesgo de que haya parásitos palúdicos en el cordón umbilical.
Aunque la mefloquina probablemente reduce el riesgo de infección palúdica, probablemente aumente el riesgo de transmisión del VIH de la madre al hijo y podría tener más probabilidades de causar efectos negativos relacionados con el medicamento, comparada con cotrimoxazol diario solo.
Cuando se examinaron por separado los estudios que evaluaban la dihidroartemisinina/piperaquina, se observó que la dihidroartemisinina/piperaquina añadida al cotrimoxazol diario probablemente no reduzca la presencia de los parásitos Plasmodium en la sangre de la madre en el momento del parto ni su riesgo de anemia, pero reduce la infección palúdica en la placenta. Es probable que no aumente ni reduzca el riesgo de bajo peso al nacer o de perder el bebé antes o después del parto. La dihidroartemisinina/piperaquina junto con el cotrimoxazol diario podría no aumentar el riesgo de transmisión del VIH de la madre al hijo, en comparación con el cotrimoxazol diario solo, y podría no aumentar el riesgo de efectos secundarios negativos derivados de tomar el medicamento.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
En cuanto al tratamiento preventivo habitual de las mujeres seropositivas (cotrimoxazol diario) junto con cualquier otro medicamento (mefloquina o dihidroartemisinina/piperaquina), existe confianza en la evidencia sobre la anemia materna en el momento del parto. Existe confianza moderada en la evidencia sobre la presencia de parásitos en la sangre y la placenta maternas, sobre el bajo peso al nacer de los bebés y sobre los bebés nacidos muertos y los abortos espontáneos. Es posible que las participantes de uno de los estudios supieran qué tratamiento estaban recibiendo, lo que podría haber influido en los resultados. Se tiene menos seguridad en los resultados sobre la presencia de parásitos en el cordón umbilical y sobre el riesgo de que el bebé muera después del parto, porque los resultados de los estudios variaron mucho.
En cuanto al tratamiento preventivo habitual (cotrimoxazol diario) concretamente junto con dihidroartemisinina/piperaquina, existe confianza en las evidencias sobre la infección palúdica detectada por presencia de parásitos en la placenta. Existe confianza moderada en la evidencia sobre la presencia de parásitos en la sangre, la anemia materna en el momento del parto, sobre el bajo peso al nacer de los bebés, sobre los bebés nacidos muertos y los abortos espontáneos y sobre la muerte neonatal.Se tiene menos seguridad en los resultados de los efectos secundarios del medicamento y de la transmisión del VIH de la madre al bebé.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Los autores de la revisión buscaron estudios hasta el 31 de enero 2024.
Referencia
Pons-Duran C, Wassenaar MJ, Yovo KE, Marín-Carballo C, Briand V, González R. Intermittent preventive treatment regimens for malaria in HIV‐positive pregnant women. Cochrane Database of Systematic Reviews 2024, Issue 9. Art. No.: CD006689. DOI: 10.1002/14651858.CD006689.pub3