La mayoría de las muy habituales infecciones respiratorias en niños se suelen curar solas y el tratamiento con antibióticos apenas cambia el curso de la enfermedad. Esto es debido a que casi todas estas infecciones están causadas por virus, frente a los cuales estos fármacos no son eficaces. Sin embargo, muy a menudo se siguen tratando con antibióticos y ello contribuye al desarrollo de resistencias a estos fármacos, que es un grave problema de salud pública. Para remediarlo, cuando el médico tiene dudas sobre si recetar o no antibióticos, se ha propuesto la llamada prescripción diferida, que consiste en recetarlos para ser usados solo en caso de que la enfermedad empeore al cabo de unos días de la visita médica.
Un ensayo clínico realizado en España ha demostrado ahora que la prescripción diferida de antibióticos es segura y efectiva para tratar las infecciones respiratorias no complicadas en niños. Esta estrategia, comparada con la prescripción inmediata de antibióticos, disminuye notablemente el uso de estos fármacos y es igual de satisfactoria para los padres, según los resultados de este estudio, coordinado por investigadores del Centro Cochrane Iberoamericano (CCIb) y cuyos resultados se han publicado en la revista Pediatrics.
“La prescripción diferida de antibióticos es una estrategia válida para un uso más racional de los antibióticos. No solo evita sus efectos adversos, sino que ayuda a reducir el grave problema de las resistencias microbianas”, explica Pablo Alonso, investigador del CCIb y el Instituto de Investigaciones Biomédicas Sant Pau de Barcelona (IIB Sant Pau), y autor de correspondencia del trabajo. “Además”, destaca, “ayuda a combatir la creencia errónea de que los antibióticos son necesarios en este tipo de infecciones y a educar a los padres sobre el problema de las resistencias”.
Aunque ya se sabía que la prescripción diferida de antibióticos para infecciones respiratorias funciona en adultos y había también algunos pocos datos en población infantil, hasta ahora faltaban evidencias en países de altos ingresos y altas tasas de uso de antibióticos, como los del sur de Europa. Este ensayo se ha realizado en 39 centros de salud españoles, con niños de 2-14 años que acudieron con sus padres al pediatra por infecciones respiratorias (faringitis, rinosinusitis, otitis media aguda o bronquitis aguda).
La condición para participar en el ensayo era que el pediatra tuviera dudas de si era necesario o no el tratamiento con antibióticos. En ese caso, se asignó al azar una de estas tres intervenciones: se recetó un antibiótico, no se recetó un antibiótico o se hizo una prescripción diferida. De este modo, se ha podido comprobar que no hay diferencias en cuanto a la duración y gravedad de los síntomas entre las tres estrategias.
“La razón por la que no se han observado diferencias entre las tres intervenciones es probablemente que los antibióticos influyen muy poco en la evolución de estas infecciones porque la mayoría son víricas y autolimitadas”, añade Gemma Mas-Dalmau, enfermera del Hospital Sant Pau de Barcelona y primera firmante del artículo. Los resultados del ensayo también muestran que las complicaciones y las visitas adicionales al pediatra o a urgencias de un hospital fueron escasas y similares en las tres intervenciones.
Referencia
Delayed Antibiotic Prescription for Children With Respiratory Infections: A Randomized Trial
Gemma Mas-Dalmau, Carmen Villanueva López, Pedro Gorrotxategi Gorrotxategi, Emma Argüelles Prendes, Oscar Espinazo Ramos, Teresa Valls Duran, María Encarnación Gonzalo Alonso, María Pilar Cortés Viana, Tatiana Menéndez Bada, Marta Esther Vázquez Fernández, Ana Isabel Pérez Hernández, Laura Muñoz Ortiz, Paul Little, Mariam de la Poza Abad, Pablo Alonso-Coello and ON BEHALF OF THE DAP PEDIATRICS GROUP
Pediatrics February 2021, e20201323; DOI: https://doi.org/10.1542/peds.2020-1323