Una nueva revisión Cochrane que ha analizado si la leche maternizada rica en proteínas es mejor o peor que la que tiene menos proteínas para prevenir la desnutrición y la obesidad en los lactantes ha concluido que todavía no es posible saberlo. Los autores de la revisión, Alejandro G Gonzalez-Garay, Aurora E.Serralde-Zúñiga, Isabel Medina Vera, Liliana Velasco Hidalgo y Mathy Victoria Alonso Ocaña, pertenecientes a la Red Cochrane Iberoamericana, señalan que se necesitan estudios más grandes poder evaluar mejor los efectos beneficiosos y posibles efectos perjudiciales de los diferentes tipos de leche artificial. También indican que los futuros estudios deben centrarse en el crecimiento a largo plazo y el desarrollo cerebral.
A continuación se detallan algunos aspectos destacados de esta revisión:
¿Qué es la leche artificial rica y baja en proteínas?
Las leches artificiales (o maternizadas) tienen un contenido nutricional similar a la leche materna y contienen ingredientes como leche de vaca, grasas, vitaminas, proteínas (como proteínas de soja o de suero de leche) y carbohidratos. En función de la cantidad de proteínas que contengan, las leches artificiales se clasifican en hipoproteicas (baja en proteínas, menos de 1,8 g por 100 kcal), normoproteicas (cantidad estándar de proteínas) o hiperproteicas (2,5 g o más por 100 kcal).
¿Por qué es importante estudiar la leche artificial?
A pesar de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchos bebés nacidos a término en todo el mundo son alimentados con leche artificial en lugar de leche materna. Algunas de estas leches contienen una cantidad de proteínas superior a la recomendada; están diseñadas para acelerar el aumento de peso de los bebés durante el primer año de vida. Sin embargo, se desconoce el efecto de la leche artificial rica en proteínas sobre la desnutrición, el sobrepeso o la obesidad durante la primera infancia.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso averiguar si la leche artificial rica en proteínas es mejor que la leche artificial estándar o baja en proteínas para prevenir la desnutrición (bajo peso para la edad, baja talla para la edad, o bajo peso o talla); el sobrepeso o la obesidad (peso elevado para la talla), y otros episodios no deseados.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que examinaran la leche artificial con mayor contenido proteico en comparación con la leche artificial con menor contenido proteico en bebés sanos de ambos sexos, nacidos a los nueve meses de embarazo y con peso y talla normales al nacer.
Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se evaluó sobre la base de factores como los métodos y el tamaño de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 11 estudios elegibles con 1885 lactantes sanos, a término, alimentados con leche artificial. Siete ensayos (1629 lactantes) compararon la leche artificial rica en proteínas (hiperproteica) con la leche artificial con cantidad estándar de proteínas, y cuatro ensayos (256 lactantes) compararon la leche artificial con cantidad estándar de proteínas con la leche artificial baja en proteínas. El estudio más grande incluyó a 1090 lactantes, y el más pequeño a 20 lactantes. Diez estudios se llevaron a cabo en Europa y uno en EE. UU. La mayoría de los estudios duró aproximadamente cuatro meses; solo dos estudios duraron cinco años o más. Las compañías farmacéuticas financiaron todos los estudios.
En general, no se sabe si alimentar a los lactantes sanos con leche artificial hiperproteica en comparación con leche artificial normoproteica tiene algún efecto sobre la desnutrición, el sobrepeso o la obesidad durante el primer año de vida. No se sabe si alimentar a los lactantes sanos con leche artificial normoproteica en comparación con hacerlo con leche artificial hipoproteica tiene algún efecto sobre la desnutrición en la infancia. La aparición de episodios no deseados en los bebés alimentados con leche artificial podría no estar relacionada con el contenido proteico de la leche.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
No se tiene confianza en la evidencia porque los estudios proporcionaron información de diferentes maneras y los resultados variaron considerablemente entre los estudios. Además, algunos estudios tuvieron muchos abandonos, lo cual podría haber afectado los resultados. Es probable que futuros estudios de investigación modifiquen los resultados de esta revisión.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta octubre de 2022.
Referencia
Gonzalez-Garay AG, Serralde-Zúñiga AE, Medina Vera I, Velasco Hidalgo L, Alonso Ocaña MV. Higher versus lower protein intake in formula‐fed term infants. Cochrane Database of Systematic Reviews 2023, Issue 11. Art. No.: CD013758. DOI: 10.1002/14651858.CD013758.pub2