Las personas con demencia que viven en residencias o centros para personas de edad avanzada suelen tener muy poco que hacer y las actividades disponibles pueden no ser relevantes para ellas. Una actualización de una revisión Cochrane ha evaluado cuáles son las ventajas de las actividades adaptadas a los intereses y preferencias de las personas con demencia que viven en residencias. Los autores de esta revisión, entre quienes figuran Anna Renom y Helena Renom, de la Red Cochrane Iberoamericana, concluyen que ofrecer sesiones de actividades a las personas con demencia moderada o grave que viven en residencias podría ayudar a controlar la agitación.
A continuacion se detallan en lenguaje sencillo otros aspectos relevantes de esta revisión:
¿Qué se quería averiguar?
El objetivo fue investigar los efectos de ofrecer a las personas con demencia que vivían en residencias actividades adaptadas a sus intereses personales. Esta revisión actualiza la revisión anterior de 2018.
¿Qué se hizo?
Se buscaron ensayos que hubieran ofrecido un programa de actividades a personas con demencia basado en sus intereses individuales (un grupo de intervención) y los hubieran comparado con otros participantes a los que no se les ofrecieron estas actividades (un grupo control).
Se encontraron 11 estudios que incluyeron a 1071 personas con demencia que vivían en residencias. Diez de los estudios fueron ensayos controlados aleatorizados (ECA), lo que significa que se decidió al azar si los participantes estaban en el grupo de intervención o en el de control. Un estudio no fue aleatorizado, lo que aumenta el riesgo de resultados sesgados. Las personas incluidas en los estudios presentaban demencia moderada o grave, y casi todas presentaban algún tipo de agitación cuando se inició el estudio. Los estudios duraron de 10 días a nueve meses. En todos los estudios, las personas de los grupos de intervención recibieron un plan de actividades individual. La mayoría de las actividades tuvieron lugar en sesiones especiales dirigidas por personal formado, pero en dos estudios el personal de enfermería o los familiares recibieron formación para impartir las actividades durante la rutina diaria de atención (personal de enfermería) o durante las visitas (familiares). Las actividades realmente ofrecidas en los distintos estudios no variaron mucho, pero sí el número de sesiones de actividad por semana y la duración de las mismas.
En cinco estudios, el grupo control solo recibió la atención habitual prestada en residencias; en cinco estudios, el grupo control recibió actividades diferentes que no estaban adaptadas personalmente; un estudio tuvo ambos tipos de grupo control.
¿Qué se encontró?
La calidad de los ensayos y la calidad de los informes variaron, lo que afectó a la confianza en los resultados. Ofrecer actividades personalizadas a las personas con demencia que viven en residencias podría mejorar ligeramente la agitación. En dos estudios, los miembros del personal evaluaron la calidad de vida de las personas con demencia, pero ofrecer las actividades podría suponer poca o ninguna diferencia en la calidad de vida. Solo dos estudios mencionaron haber analizado los efectos perjudiciales y no se detectó ninguno.
Las actividades personalizadas podrían tener poco o ningún efecto sobre las emociones negativas expresadas por los participantes. No fue posible establecer conclusiones sobre los efectos en las emociones positivas, el estado de ánimo, el compromiso (implicarse en lo que ocurre a su alrededor) o la calidad del sueño de los participantes, porque algunos de los estudios no utilizaron los métodos más adecuados para llevar a cabo sus investigaciones. Ninguno de los estudios midió los efectos sobre la cantidad de medicación administrada a los participantes, ni los efectos sobre los cuidadores.
Se concluyó que ofrecer sesiones de actividades a las personas con demencia moderada o grave que viven en residencias podría ayudar a controlar la agitación.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en los resultados fue limitada debido al reducido número de estudios y a que éstos no siempre utilizaron los métodos más adecuados para realizar sus investigaciones. Por ejemplo, en algunos estudios no estuvo claro si asignaron a las personas al azar a los grupos de estudio.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta revisión actualiza la revisión anterior y la evidencia está actualizada hasta el 15 de junio de 2022.