¿Qué efectos tiene el tratamiento con sulfato de magnesio en las mujeres con preeclampsia y eclampsia?

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La eclampsia es una enfermedad caracterizada por ataques o convulsiones que se producen durante o después del parto cuando la mujer tiene la presión arterial elevada y proteínas en la orina. El sulfato de magnesio ha demostrado anteriormente su eficacia en el tratamiento y la prevención de la eclampsia, aunque podría provocar efectos no deseados en la mujer o el bebé (p. ej., problemas respiratorios), según indica una reciente actualización de una revisión sistemática Cochrane.  Los autores de esta revisión, entre los que figura como primera autora Virginia Díaz, de la Red Cochrane Iberoamericana, señalan también que todavía no está claro cuál es la mejor dosis ni cuál es la mejor forma de administrarla.

A continuación se detallan otros aspectos relevantes de esta revisión:

¿Qué es la preeclampsia y la eclampsia?

La preeclampsia (o toxemia) es un trastorno que habitualmente se asocia con un aumento de la presión arterial (hipertensión) y proteínas en la orina. Puede ocurrir en cualquier momento durante la segunda mitad del embarazo o en las primeras semanas después del parto. Entre las consecuencias de la preeclampsia grave figuran las convulsiones maternas (eclampsia), problemas en el hígado y los riñones de la madre, muerte del recién nacido y desprendimiento de la placenta (separación de la placenta de la pared uterina antes del parto).

¿Por qué es importante para las mujeres con preeclampsia y eclampsia?

El sulfato de magnesio es eficaz en la prevención de la eclampsia en mujeres que presentan preeclampsia y en el tratamiento de las mujeres que sufren una convulsión eclámptica para evitar enfermedades maternas e infantiles graves y la muerte. Sin embargo, el sulfato de magnesio podría provocar efectos no deseados (dificultades respiratorias; reducción de la cantidad de orina, lo que podría dañar los riñones) en dosis elevadas y podría ser necesario que lo administre personal experimentado.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quería averiguar si una forma de administrar el sulfato de magnesio (cantidad de medicamento; cómo y dónde aplicar el medicamento, p. ej., en la nalga, el muslo, en las venas; y duración de la administración) es mejor que otra.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que analizaran diferentes formas de administrar el sulfato de magnesio (cantidad de medicamento, método utilizado para administrar el medicamento y duración de la administración). Los resultados de estos estudios se compararon y resumieron, y la confianza en la evidencia se calificó según factores como los métodos y el tamaño de los estudios.

¿Qué se encontró?

Se buscaron estudios hasta abril de 2022. Se incluyeron 16 ensayos (3020 mujeres): cuatro ensayos (409 mujeres) reclutaron mujeres con eclampsia, y 12 ensayos (2611 mujeres) reclutaron mujeres con preeclampsia. Los estudios se realizaron principalmente en países de ingresos bajos y medios.

En mujeres con eclampsia: no se tiene confianza en la evidencia que compara la administración de dosis más bajas o pautas más cortas de sulfato de magnesio frente a una pauta de administración estándar porque los estudios fueron demasiado pequeños para mostrar alguna diferencia, y es posible que las personas implicadas supieran qué tratamiento estaban recibiendo, lo que podría haber dado lugar a sesgos. La administración de sulfato de magnesio en un plazo inferior a las 24 horas habituales podría disminuir el riesgo de rubor (enrojecimiento del rostro); sin embargo, se tiene poca confianza en este resultado porque el estudio fue demasiado pequeño.

En las mujeres con preeclampsia: no se sabe con certeza si la administración de sulfato de magnesio durante menos tiempo del habitual o en dosis más bajas da lugar a alguna diferencia en el riesgo de que las mujeres sufran convulsiones, enfermedades graves o efectos no deseados, ya que los estudios fueron demasiado pequeños. Tampoco está claro si la forma de administrar el medicamento produce efectos beneficiosos o perjudiciales, ya que los estudios eran demasiado pequeños para mostrar diferencias y es posible que las personas implicadas supieran qué tratamiento estaban recibiendo.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Tres factores principales disminuyeron la confianza en la evidencia. En primer lugar, las personas de muchos estudios sabían qué tratamiento estaban recibiendo, lo que podría haber dado lugar a sesgos; sin embargo, esto sería muy difícil de evitar en futuros estudios debido a las características de la intervención. En segundo lugar, algunos de los estudios proporcionaron poca información sobre cómo se habían realizado. Por último, algunos estudios fueron muy pequeños. Los resultados de otros estudios de investigación podrían diferir de los de esta revisión.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta el 29 de abril de 2022.

Referencia

Diaz V, Long Q, Oladapo OT. Alternative magnesium sulphate regimens for women with pre‐eclampsia and eclampsia. Cochrane Database of Systematic Reviews 2023, Issue 10. Art. No.: CD007388. DOI: 10.1002/14651858.CD007388.pub3