Una revisión Cochrane actualizada ha identificado formas seguras y efectivas de reducir el uso innecesario de antibióticos en hospitales. Las políticas y guías de práctica clínica que promocionan antibióticos más dirigidos a aquellos pacientes que los necesitan tienen mayor repercusión si están apoyadas por las técnicas más efectivas de modificar el comportamiento de los médicos.
Los antibióticos sirven para tratar infecciones bacterianas, como la neumonía. La resistencia a los antibióticos se ha convertido en un importante problema de salud pública y algunas infecciones ya no son tratables con los fármacos disponibles actualmente. Las infecciones causadas por bacterias resistentes a antibióticos dan lugar a hospitalizaciones más largas y conllevan un riesgo de mortalidad más elevado. El uso inadecuado de antibióticos se asocia a un aumento de la resistencia y algunos estudios muestran que, alrededor de la mitad de las veces, los médicos hospitalarios no prescriben antibióticos correctamente.
Un equipo de investigadores Cochrane del Reino Unido evaluó la efectividad y la seguridad de las intervenciones cuya meta es mejorar la forma en que los médicos prescriben antibióticos a pacientes hospitalizados. También quisieron averiguar cuánta variación existía entre los diferentes tipos de intervenciones que se estudiaron.
Los investigadores hallaron 221 estudios de EE. UU., Europa, Asia, Sudamérica y Australia. Las intervenciones estaban dirigidas a profesionales sanitarios que prescriben antibióticos a pacientes hospitalizados que recibían cuidados agudos o a pacientes con cirugía programada. En líneas generales, las intervenciones se clasificaron en dos categorías: técnicas ‘restrictivas’, que aplicaron normas para que los médicos prescribieran correctamente, y técnicas ‘facilitadoras’, que proporcionaron comentarios y sugerencias para ayudar a que los médicos tomaran decisiones más informadas con respecto a la prescripción. En ambos casos el objetivo fue aumentar el número de decisiones de prescripción adecuadas con el fin de que los pacientes sin probabilidades de obtener beneficio de los antibióticos no los recibieran, pero sí lo hiciesen aquellos pacientes que pudiesen beneficiarse.
Los investigadores hallaron pruebas de alta calidad de 29 estudios con asignación al azar con 23 394 pacientes hospitalizados que aplicaron algún tipo de intervención. El 58% de los pacientes hospitalizados recibieron un tratamiento de acuerdo con las guías de prescripción, frente a un 43% de pacientes de los grupos de práctica estándar. Las intervenciones redujeron la duración del tratamiento con antibióticos de 11 días a 9 por paciente y es probable que reduzcan la estancia hospitalaria una media de 13 días a 12 por paciente. Los datos de 28 estudios con asignación al azar con 15 827 pacientes muestran que el riesgo de mortalidad fue del 11% en ambos grupos de tratamiento, lo cual sugiere que la reducción de administración antibiótica no supuso un aumento del daño. Los datos de 26 estudios sin asignación aleatoria tan solo proporcionan pruebas limitadas de una asociación entre la adopción de las intervenciones y la reducción de infecciones hospitalarias.
Las intervenciones que incluyeron técnicas restrictivas o facilitadoras fueron consistentemente más eficaces que las intervenciones que se apoyaron solo en una formación breve (por ejemplo: reuniones o distribución de guías). Además, al añadir técnicas facilitadoras se aumentó la efectividad de las técnicas restrictivas. Sin embargo, solo un 10% de las intervenciones utilizó las técnicas facilitadoras más efectivas (definición de objetivos, formulación de sugerencias y planificación de medidas).
El autor principal de la revisión, Peter Davey, de la Population Health Sciences Division de la Universidad de Dundee en Reino Unido, afirmó: «Esta revisión Cochrane muestra que una amplia variedad de intervenciones ha conseguido reducir de forma segura el uso innecesario de antibióticos en hospitales».
Además, añadió: «No necesitamos más estudios para responder a la pregunta sobre si estas intervenciones reducen el uso innecesario de antibióticos, pero debemos investigar más por qué no se han adoptado de manera más extensa en contextos hospitalarios las técnicas efectivas de modificación del comportamiento. Los futuros estudios deben centrarse en tratamientos dirigidos y en evaluar otras medidas de seguridad del paciente, además de en diferentes intervenciones que exploren aquellos elementos que impiden y facilitan la implementación. El uso adecuado de antibióticos en hospitales debe asegurar un tratamiento eficaz de pacientes con infecciones y reducir las prescripciones innecesarias. La adopción de las intervenciones estudiadas podría tener una repercusión considerable sobre los servicios de salud, las políticas y las futuras decisiones sobre los pacientes».
Referencia: Davey P, Marwick C, Scott C, Charani E, McNeil K, Brown E, Gould I, Ramsay C, Michie S. Intervenciones para mejorar las prácticas de prescripción de antibióticos en pacientes hospitalizados. Cochrane Database of Systematic Reviews 2017 Issue 2. Art. No.: CD003543. DOI: 10.1002/14651858.CD003543
Puede consultar la revisión aquí.