El distanciamiento físico es una importante medida de control frente a la covid-19. Sin embargo, no está claro a qué distancia y durante cuánto tiempo el contacto es seguro. Un reciente artículo de análisis (Two metres or one: what is the evidence for physical distancing in covid-19?), basado en una reciente revisión y publicado en BMJ, señala que las recomendaciones actuales sobre el distanciamiento físico seguro (uno a dos metros) se basan en una evidencia desfasada. La evidencia actual sugiere que el SARS-CoV-2 podría viajar más de dos metros a través de actividades como toser y gritar.
Como se destaca en un analísis crítico publicado en Evidencias COVID-19, las cosas son más complejas, ya que la distribución de partículas virales se ve afectada por numerosos factores, como el flujo de aire, la ventilación, el tipo de actividad, la carga viral y la duración de la exposición. En las situaciones de mayor riesgo (ambientes cerrados con poca ventilación, altos niveles de ocupación, tiempo de contacto prolongado, ausencia de protección facial), se debe considerar una distancia física de más de dos metros y minimizar el tiempo de ocupación.
Por ello, en vez de una regla fija de distanciamiento físico, los autores proponen un modelo con recomendaciones graduales que reflejan los múltiples factores (entorno, nivel de ocupación, tiempo de contacto y uso de protectores faciales) que podrían determinar el riesgo, y que se aplica cuando todas las personas están asintomáticas. En las situaciones de mayor riesgo (ambientes cerrados con poca ventilación, altos niveles de ocupación, tiempo de contacto prolongado y ausencia de protección facial), se debe considerar una distancia física de más de dos metros y minimizar el tiempo de ocupación.
En el gráfico siguiente, publicado en el BMJ, se resumen visualmente estas recomendaciones.
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