Declaración de la Junta de Gobierno de Cochrane ante la Asamblea General Anual del 17/9/2018, en el marco del Colloquium Cochrane de Edinburgo

Estimados miembros de Cochrane,

Estos son momentos extraordinarios y nos encontramos nosotros mismos en una situación extraordinaria. Esta Junta siempre está dispuesta a responder preguntas sobre las decisiones que toma y hoy no es una excepción. Queremos explicar cómo hemos llegado hasta aquí. Este no era nuestro plan original ya que nos propusimos actuar de manera justa y con integridad en un proceso que, mientras se llevaba a cabo durante varios días, respetara la privacidad de un individuo. Días, que desafortunadamente, abarcan este especial Colloquium.

Todo este problema tiene que ver sobre el comportamiento de un individuo. Ha habido una larga investigación sobre su mal comportamiento repetido durante muchos años y es excepcionalmente inusual que una Junta tenga que hacer tal investigación.

El jueves pasado, la Junta tomó una decisión que la dividió. Posteriormente, cuatro miembros de la Junta decidieron renunciar. Al mismo tiempo, otros contribuyeron a una campaña de desinformación pública y en los medios de comunicación.

Reconocemos que las últimas 24 horas han sido excepcionalmente difíciles y, como resultado, nosotros, como Junta, hemos decidido compartir la información sobre la decisión que se tomó, el proceso mediante el cual se realizó y dónde nos encontramos ahora, para actuar en el mejor interés de Cochrane.

Queremos presentar la mayor evidencia posible para que sepan lo que está sucediendo. No podemos contarlo todo. Comprenderán que las personas tienen derecho a la privacidad y a la confidencialidad. Les pedimos que todos respeten esto, porque es posible que no podamos contarles todo, por razones legales y razones de privacidad.

A modo de antecedente, hemos de recordar que somos una organización global que opera bajo la ley británica porque fuimos fundados como una organización benéfica del Reino Unido. Nuestra misión es beneficiar al público. Nos regimos por nuestros Artículos de Asociación.

Como Junta, de hecho somos empleadores del personal Cochrane. Todo nuestro personal y todos nuestros miembros tienen el derecho de hacer su trabajo sin hostigamiento ni ataques personales. Estamos viviendo en un mundo donde los comportamientos que causan dolor y sufrimiento a las personas están siendo 'denunciados’. Esta Junta quiere dejar claro que mientras seamos los responsables de esta organización, tendremos una política de "tolerancia cero" para comportamientos que sean repetidamente graves. Existe una necesidad básica de TODAS las organizaciones de cuidar a su personal y a sus miembros; cuando existe repetición y constatación de un mal y grave comportamiento, no hacer nada NO es una opción.

Entonces, aquí están los hechos de los que podemos informar. Es posible que podamos dar más detalles más adelante, quizá no. El tiempo lo dirá.

Esta decisión de la Junta no tiene nada que ver con la libertad de expresión.

No se trata de un debate científico.

No trata acerca de la tolerancia de la disidencia.

No se trata de que alguien no pueda criticar una Revisión Cochrane.

Se trata de un patrón de comportamiento sostenido a lo largo del tiempo  que, como decimos, está total y completamente en contradicción con los principios y la gobernanza de la Colaboración Cochrane. Tiene que ver con la integridad, la responsabilidad y el liderazgo.

En marzo de este año, recibimos tres quejas sobre un individuo. Estas no fueron las primeras quejas que se habían recibido alguna vez. De hecho, el registro más antiguo se remonta a 2003. Muchas de estas quejas se han tratado a lo largo de los años. Se han generado muchas disputas. Se han intercambiado cartas formales. Se han hecho promesas. Y se han incumplido. Algunas disputas se han resuelto, otras no.

Los Co-presidentes de Cochrane tuvieron claro que la Junta debía tomar una decisión sobre estas quejas más recientes. Entonces, el individuo formuló graves acusaciones contra uno de los miembros del Equipo Directivo y las comunicó a la Junta. Parecíamos estar en una situación imposible. ¿Cómo podría la Junta tomar una decisión sobre las quejas de una manera justa? ¿Cómo podríamos cumplir con nuestras responsabilidades como empleadores del Equipo de  Dirección? O, como alternativa, ¿actuar para amonestar a ese miembro del Equipo Directivo si había actuado mal?

Con la orientación de un miembro de la Junta con amplia experiencia en conflictos, propusimos pedirle a una persona totalmente independiente que realizara una revisión. El informe debía ser confidencial para la Junta.

Después de no obtener el acuerdo del individuo afectado para hacer aquella revisión independiente, buscamos asesoramiento legal en nombre de Cochrane. Preguntamos a los abogados, ¿qué debería hacer en esta situación una organización sin ánimo de lucro como Cochrane? Se nos informó que se derivaban varias consecuencias legales  de los eventos  —de las quejas y las acusaciones— y que Cochrane debía tomarlas muy en serio.

Pedimos a los abogados que tomaran nota del compromiso de Cochrane con la transparencia. Lo asumieron, pero también enfatizaron la importancia de la confidencialidad. Aconsejaron que realizar una revisión independiente sería una respuesta sensata y proporcionada.

En la teleconferencia de la Junta del 13 de junio de 2018, todos los miembros de la Junta leyeron la carta de nuestros abogados. Los abogados manifestaban que dadas las serias preocupaciones legales sobre este asunto, recomendaban encarecidamente una revisión independiente por parte de un abogado experimentado. La Junta aprobó una moción para aceptar el consejo del abogado y establecer la revisión independiente.

Nuestros abogados identificaron a un abogado independiente de alto nivel (QC) y se le encargó el asunto el 2 de julio de 2018. Como parte del proceso, solicitó sendas presentaciones escritas de ambas personas involucradas y les invitó a ser entrevistados. Se solicitó al abogado que trabajara como fecha límite la reunión de la Junta del jueves de la semana pasada, 13 de septiembre. Y, de hecho, recibimos su informe preliminar a tiempo para esa reunión. El informe exculpó por completo al miembro del Equipo Directivo, pero no exoneró a la otra persona.

Mientras la revisión estaba en curso, y como un asunto completamente separado, el 27 de julio de 2018 se publicó un artículo en la revista BMJ-EBM con coautoría del individuo en cuestión. La publicación de este documento ha demostrado ser controvertida. Como resultado, la Junta recibió una serie de cartas de queja. Cada una fue enviada a la persona en cuestión para que diera una respuesta por escrito. Para evitar cualquier malentendido, la Junta quiere que clarificar que este fue un asunto que llegó muy tarde en todo este proceso.

Entonces, en la reunión de la Junta del jueves 13 de septiembre, los miembros de la Junta revisaron el informe independiente del abogado y todo el material relacionado con el artículo recientemente publicado. Después de haber revisado y discutido todo esto extensamente, los miembros de la Junta emitieron su juicio y, constatando una amplia gama de comportamientos, la Junta tomó la decisión de invocar el Artículo 5.2.1. relacionado con la terminación de la condición de miembro de la organización. Esta decisión no fue unánime.

Como resultado, se activó el Artículo 5.3 y se ha invitado al individuo afectado a enviar una respuesta por escrito en el plazo de siete días.

En este momento, esta persona sigue siendo miembro de la Colaboración Cochrane. Estamos esperando que se complete el proceso. Informaremos sobre el resultado tan pronto como podamos.

Queremos insistir en que esto es algo extremadamente raro e inusual. Esperamos nunca tener que hacerlo de nuevo.

Junta de Gobierno de Cochrane

21 de septiembre de 2018

(Traducción del texto original inglés editado el 19 de septiembre de 2018)