Las medidas de confinamiento y distanciamiento social en las personas mayores pueden inducir efectos negativos sobre su salud relacionados con la inactividad física, el deterioro cognitivo y la demencia, fragilidad, soledad o afectación del estado emocional. En un documento de revisión publicado en el recurso Evidencias COVID-19 de Cochrane Iberoamérica, se analizan los estudios disponibles sobre el impacto del confinamiento en las personas mayores o sobre intervenciones dirigidas a personas mayores en confinamiento. Los mensajes principales de este documento de revisión son los siguientes:
- Las personas mayores son un colectivo especialmente vulnerable y de mal pronóstico en relación con la COVID-19, y son una población prioritaria de las iniciativas de confinamiento y distanciamiento social para evitar el contagio por SARS-CoV-2
- No hay evidencia sobre el impacto negativo de estas medidas sobre la salud física, el estado cognitivo y emocional y las relaciones sociales y de apoyo de las personas mayores, ni sobre cómo prevenirlos o tratarlos
- Existe evidencia de certeza muy baja de que las personas mayores con buena autopercepción sobre el envejecimiento podrían ser más resilientes ante la situación de sufrimiento (estrés negativo) que supone el confinamiento y la pandemia actual. Las mujeres padecen más soledad y sufrimiento.
Aquí puede leer el documento completo.