¿Funcionan los programas para reducir el sedentarismo en las personas mayores?

El sedentarismo se asocia con una peor salud y un mayor riesgo de muerte prematura. Una nueva revisión Cochrane ha analizado si funcionan los programas y políticas para reducir el sedentarismo en las personas mayores y si aportan beneficios para la salud física y mental. Y la conclusión, para ambos objetivos, es que no hay evidencia suficiente para saberlo. A continuación se detallan, en términos sencillos, los principales aspectos y resultados de esta revisión:

Mensajes clave

  • No hay evidencia suficiente que permita establecer conclusiones claras sobre si los programas o las políticas son eficaces para reducir el tiempo de sedentarismo en los adultos mayores.
  • Tampoco se sabe si estos programas o políticas mejoran la salud física o mental de los adultos mayores.

¿Por qué se hace esta revisión?

Los adultos mayores pasan cerca del 80% de su tiempo de forma sedentaria. El tiempo sedentario es la cantidad de tiempo que se pasa sentado o tumbado mientras se está despierto. Por ejemplo, sentarse a ver la televisión se considera un comportamiento sedentario. Los largos períodos de sedentarismo se han relacionado con un mayor riesgo de padecer varias enfermedades a largo plazo, de volverse más frágil, de desarrollar discapacidades, de necesitar ayuda para las actividades cotidianas y de morir de forma prematura. Se quería saber si los programas o políticas destinados a ayudar a los adultos mayores a reducir el tiempo de sedentarismo son eficaces. También se quería saber si estos programas o políticas también proporcionan beneficios para la salud física o mental.

¿Qué se hizo?

Se hicieron búsquedas en varias bases de datos electrónicas y en revistas relevantes para encontrar estudios. Se incluyó cualquier estudio aleatorizado (en el que las personas tienen la misma posibilidad de recibir la intervención o no) que analizara políticas o programas diseñados para reducir el tiempo de sedentarismo en adultos mayores (de 60 años o más) que viven de forma independiente en la comunidad. Se compararon y resumieron los resultados de estos estudios y la confianza en la evidencia se evaluó sobre la base de factores como la metodología y el tamaño de los estudios.

¿Qué se encontró?

Se encontraron siete estudios que incluyeron en total 397 adultos mayores. Todos los estudios analizaron formas de ayudar a los adultos mayores a cambiar su comportamiento sedentario. El apoyo incluyó una serie de estrategias como el asesoramiento, la fijación de objetivos y las sesiones informativas. Algunos de los estudios utilizaron tecnología que registra el comportamiento, como los monitores de actividad. No se encontraron estudios que analizaran los cambios en el entorno natural, el entorno construido, el entorno social de la persona o el entorno del hogar donde viven los adultos mayores. No se encontraron estudios que analizaran el efecto de cambiar las políticas y leyes que afectan al comportamiento sedentario de los adultos mayores. No se encontraron estudios que analizaran si los beneficios y el uso del programa valían al menos lo que se pagaba por ellos. Ninguno de los estudios informó sobre los efectos no deseados.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La confianza en estos resultados es escasa, debido al pequeño tamaño de las muestras y a que algunos estudios se realizaron de forma que podrían haber introducido errores en sus resultados. Los hallazgos también combinaron los resultados de estudios que utilizaron medidas notificadas por el participante del tiempo de sedentarismo junto con medidas proporcionadas por dispositivos.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta enero de 2021.

12.07.2021