¿Los pacientes gestionan mejor su atención sanitaria si pueden acceder a su historia clínica electrónica?

Una nueva revisión Cochrane muestra que el acceso a las historias clínicas electrónicas (y a servicios adicionales) podría suponer poco o ningún beneficio en la sensación de autonomía o satisfacción de los pacientes, así como en los factores de riesgo de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la presión ocular alta (un factor de riesgo del glaucoma). Este acceso podría aumentar ligeramente el número de pacientes que mantienen el control de los factores de riesgo.

¿Qué es la historia clínica electrónica?
Los profesionales sanitarios mantienen la información relacionada con la salud de un paciente en una historia clínica electrónica, que se almacena en formato digital y a la que se accede mediante un ordenador. Los profesionales sanitarios utilizan estas historias para acceder a toda la información relacionada con la atención del paciente, cuándo y dónde lo necesiten. La información puede incluir los antecedentes médicos de la persona, los medicamentos, las alergias, los resultados de pruebas y el historial de vacunación.

Algunos profesionales sanitarios permiten a los pacientes ver sus propias historias clínicas electrónicas, normalmente dándoles acceso a través de una web. A los pacientes también se les pueden ofrecer otros servicios en línea, como recordatorios relacionados con la salud, mensajería segura e información general de educación en salud.

¿Por qué se ha elaborado esta revisión Cochrane?
El acceso a las historias clínicas electrónicas podría animar a los pacientes a hablar con un profesional sanitario sobre su salud y posibles tratamientos, y podría ayudarles a participar en la toma de decisiones. Se quería averiguar si el acceso a las historias clínicas electrónicas beneficia a los pacientes o causa algún efecto potencialmente no deseado.

¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que analizaran el acceso de los pacientes a las historias clínicas electrónicas. También se buscaron estudios en los que el acceso se acompañara de servicios adicionales. Hubo interés en determinar los cambios en:

  1. cuánto sabían los pacientes, y cuánto entendían, sobre su atención sanitaria;
  2. si los pacientes sentían que tenían más control de su atención (autonomía);
  3. la toma de medicamentos o la continuación de programas de control (prevención);
  4. la satisfacción de los pacientes con su atención;
  5. cómo califican los pacientes su bienestar (calidad de vida);
  6. la salud de los pacientes;
  7. los niveles de ansiedad, preocupación o depresión de los pacientes;
  8. la frecuencia con la que los pacientes utilizan los servicios sanitarios (número de llamadas o visitas);
  9. la comunicación entre los pacientes y sus profesionales sanitarios; y
  10. si los pacientes experimentaron algún efecto no deseado.

Fecha de búsqueda: se incluyó la evidencia publicada desde el año 2000 hasta abril de 2020.

¿Qué se encontró?
Se encontraron 10 estudios relevantes, publicados entre 2000 y 2016, que incluyeron entre 78 y 4500 adultos. Estos estudios se realizaron en Estados Unidos (siete estudios), Canadá (dos) y Japón (uno). Cinco estudios se realizaron en consultas médicas y cinco en clínicas hospitalarias. Las personas que participaron en los estudios tuvieron un seguimiento de entre tres meses y dos años. Dos estudios fueron financiados en parte por compañías farmacéuticas.

Los estudios se centraron en pacientes con diabetes tipo 2 (cinco estudios), asma (un estudio), glaucoma (un estudio), insuficiencia cardíaca congestiva (un estudio) e hipertensión (un estudio); un estudio se centró en pacientes que acudieron al médico por cualquier motivo.

Los estudios compararon la atención habitual más el acceso a las historias clínicas electrónicas con la atención habitual sola. En nueve estudios, el acceso a las historias clínicas electrónicas iba acompañado de servicios adicionales.

No fue posible combinar los resultados de los estudios debido a las diferencias en la forma en que se realizaron, los tipos de pacientes reclutados y la forma en que se midieron los resultados, por lo que se tuvieron que evaluar por separado.

¿Cuáles son los resultados principales de esta revisión?
En comparación con la atención habitual, no se sabe si el acceso a las historias clínicas electrónicas afectó a:

  1. el conocimiento y la comprensión de los pacientes sobre la diabetes y las pruebas de glucosa en sangre (evidencia de un estudio en 379 pacientes con diabetes); o
  2. la frecuencia con la que los pacientes se comunicaban con su profesional sanitario (un estudio en 107 pacientes).

En comparación con la atención habitual, el acceso a la historia clínica electrónica podría suponer una diferencia mínima o nula en:

  1. que los pacientes se sientan autónomos (tres estudios; 601 pacientes) o satisfechos con respecto a sus asistencia (tres estudios; 903 pacientes); o
  2. cuántos pacientes murieron o notificaron efectos no deseados graves (dos estudios; 486 pacientes).

Cuatro estudios (en 5466 pacientes) analizaron el grado de cumplimiento de los programas de seguimiento por parte de los pacientes y la continuidad en la toma de los medicamentos. Aunque el acceso a las historias clínicas electrónicas podría mejorar ligeramente el seguimiento de los programas de control, los estudios que evaluaron la forma en que los pacientes continuaron tomando sus medicamentos mostraron resultados diferentes, por lo que no se tiene confianza en los efectos de la intervención.

El acceso a las historias clínicas electrónicas podría no haber afectado la frecuencia con la que los pacientes utilizan los servicios sanitarios (tres estudios).

Ningún estudio informó sobre efectos no deseados ni sobre si el acceso a las historias médicas podría haber afectado la ansiedad, la preocupación o la depresión de los pacientes.

¿Qué confianza se tiene en estos resultados?
No se tiene confianza
en los resultados de esta revisión debido al escaso número de estudios encontrados. La búsqueda para esta revisión podría haber pasado por alto algunos estudios relevantes debido a las diferencias en los términos utilizados para las historias clínicas electrónicas. Además, se identificaron limitaciones en la forma en que la mayoría de los estudios se diseñaron o realizaron. Es probable que nueva evidencia cambie los resultados de esta revisión.

Estudios futuros
Los estudios futuros deberían utilizar tecnologías actualizadas, como los dispositivos móviles, para determinar:

  1. los efectos del acceso a la historia clínica electrónica;
  2. en qué grupos de pacientes es más adecuado el acceso; y
  3. qué servicios adicionales se deben incluir.

Referencia
Ammenwerth  E, Neyer  S, Hörbst  A, Mueller  G, Siebert  U, Schnell-Inderst  P. Adult patient access to electronic health records. Cochrane Database of Systematic Reviews 2021, Issue 2. Art. No.: CD012707. DOI: 10.1002/14651858.CD012707.pub2

26.02.2021