¿El ejercicio físico en adultos con un trasplante de hígado protege frente a enfermedades mortales?

Hombre mayor levanta una mancuerna ayudado por un sanitario

Los niveles de actividad física tienden a disminuir en las personas que reciben un trasplante de hígado, pero no se sabe si las intervenciones de ejercicio físico protegen o no contra el desarrollo de enfermedades potencialmente mortales que se pueden desarrollar con rapidez. Una nueva revisión Cochrane ha concluido que todavía no está claro si el ejercicio comparado con la atención habitual tiene un efecto beneficioso o perjudicial sobre la muerte por cualquier causa.

Los autores de la revisión, Èlia Pérez-Amate, Marta Roqué-Figuls, Miguel Fernández-González y Maria Giné-Garrigade la Red Cochrane Iberoamericana, tras analizar los estudios disponibles (tres ensayos clínicos realizados en Estados Unidos, España y Turquía), indican además que tampoco está claro si el ejercicio tiene algún efecto sobre la capacidad aeróbica (que indica el nivel de la capacidad cardiovascular [vasos sanguíneos y corazón]) y sobre la fuerza muscular de las personas tras un trasplante de hígado. La evidencia disponible tampoco aporta información sobre los efectos secundarios graves o no graves.

A continuación se detallan otros aspectos relevantes de la revisión:

¿Qué se quería averiguar?

Se querían determinar los efectos beneficiosos y perjudiciales del ejercicio en adultos tras un trasplante de hígado.

¿Qué se hizo?

Se realizaron búsquedas en las bases de datos médicas de ensayos clínicos bien diseñados en receptores de trasplante de hígado que compararan cualquier tipo de ejercicio con ningún ejercicio, intervenciones simuladas u otro tipo de ejercicio.

¿Qué se encontró?

Se encontraron tres ensayos clínicos aleatorizados con 241 participantes, de los cuales 199 permanecieron hasta el final del ensayo. Un ensayo aleatorizado es un estudio en el que los participantes se asignan al azar (únicamente al azar) a un grupo experimental o a un grupo control. Los ensayos se realizaron en EE. UU., España y Turquía. La duración del ejercicio fue de dos, seis y diez meses en los distintos ensayos. Todos los ensayos compararon las intervenciones con ejercicios con la atención habitual. Todos los ensayos incluyeron adultos que habían recibido un trasplante de hígado. Los tres ensayos evaluaron diversas intervenciones con ejercicios (es decir, ejercicios aeróbicos o de resistencia, o ambos), y con diferentes tipos de supervisión y formato (es decir, supervisados o no, ejercicios individuales o grupales). El ejercicio aeróbico se refiere al tipo de actividad física repetitiva y estructurada que requiere que el sistema metabólico del cuerpo utilice oxígeno para producir energía. El ejercicio aeróbico es un ejercicio mantenido que aumenta el flujo sanguíneo a los músculos, fortaleciendo el sistema cardiovascular y los pulmones. El entrenamiento de resistencia o de fuerza es una forma de actividad física diseñada para mejorar el estado físico muscular ejercitando un músculo o un grupo muscular contra una resistencia externa. Las diferentes formas de entrenamiento de resistencia incluyen el uso de pesas libres, máquinas de pesas, bandas de resistencia y el propio peso corporal de la persona. La atención habitual consistía en una intervención médica tradicional con o sin recomendaciones para mantenerse activo. Los ensayos se realizaron en el hospital o en el domicilio.

Dos ensayos recibieron financiación; uno del National Center for Research Resources y el otro del Instituto de Salud Carlos III. El otro ensayo no recibió financiación.

También se identificaron tres ensayos en curso.

Resultados principales

No está claro si el ejercicio comparado con la atención habitual tiene un efecto beneficioso o perjudicial sobre la muerte por cualquier causa. Dos estudios informaron ocho muertes, que fueron más frecuentes en el grupo de ejercicio. No está claro si el ejercicio comparado con la atención habitual tiene un efecto beneficioso o perjudicial sobre la calidad de vida relacionada con la salud al final de la intervención. Tampoco está claro si existe una diferencia en el efecto entre el ejercicio frente a la atención habitual sobre la capacidad aeróbica (que indica el nivel de la capacidad cardiovascular [vasos sanguíneos y corazón]) al final de la intervención. No se sabe con certeza si el ejercicio tiene algún efecto sobre la fuerza muscular de las personas tras un trasplante de hígado. Un ensayo informó una mayor percepción de la fatiga en el grupo de ejercicio.

Los ensayos no aportaron datos sobre los efectos secundarios graves o no graves. Sin embargo, todos los ensayos informaron que los participantes que realizaron ejercicios no tuvieron efectos secundarios asociados con su práctica. Ninguno de los ensayos aportó datos sobre otras medidas cardiovasculares.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Es necesario interpretar con cautela los resultados de la revisión, ya que el número de ensayos incluidos es muy limitado y se proporcionaron pocos datos. Se tiene poca confianza en la evidencia porque es muy posible que la mayoría de los ensayos eligieran presentar un subconjunto de resultados de su estudio omitiendo los desenlaces completos, como ocurrió en dos estudios que presentaron solo el abandono selectivo de algunos participantes que diferían de los que permanecieron en el estudio. También se observó que faltaron datos sobre desenlaces clínicamente importantes. No se tiene confianza en la evidencia del efecto del entrenamiento con ejercicios que incluya ejercicios aeróbicos, de resistencia o una combinación de ambos sobre el funcionamiento físico (es decir, la capacidad aeróbica y la fuerza muscular) en los receptores de trasplante hepático debido a su alta incertidumbre. Se necesitan ensayos más grandes con una evaluación cegada de los desenlaces (proceso de ocultar la identidad del grupo de tratamiento a los evaluadores de los desenlaces), diseñados según las guías de los protocolos de los ensayos clínicos y las recomendaciones para informar los ensayos aleatorizados.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La revisión incluye ensayos publicados hasta el 2 de septiembre de 2022.

Referencia

Pérez-Amate È, Roqué-Figuls M, Fernández-González M, Giné-Garriga M. Exercise interventions for adults after liver transplantation. Cochrane Database of Systematic Reviews 2023, Issue 5. Art. No.: CD013204. DOI: 10.1002/14651858.CD013204.pub2