Una nueva revisión Cochrane ha evaluado los efectos de escuchar música sobre el insomnio en adultos y el impacto de los factores que pueden influir en el efecto. Los resultados de esta revisión muestran que escuchar música tienen probablemente un efecto beneficioso sobre la calidad del sueño.
Sin embargo, para todos los demás desenlaces analizados (gravedad del insomnio, tiempo para iniciar el sueño, duración del sueño, interrupciones, eficiencia del sueño y efectos adversos) no se encontró suficiente evidencia de buena calidad, ya que hubo muy pocos participantes y las personas que realizaron la calificación de los datos conocían el tratamiento.
A continuación se detallan algunos aspectos importantes de esta revisión:
¿Qué es el insomnio?
El insomnio hace referencia a las dificultades para dormir o permanecer dormido, así como a la calidad del sueño deficiente que pueden experimentar las personas. En todo el mundo, millones de personas presentan insomnio.
El sueño deficiente afecta la salud física y mental de las personas. Las consecuencias de un sueño deficiente son costosas para los individuos y para la sociedad. Muchas personas escuchan música para mejorar el sueño, pero el efecto de escuchar música no está claro.
¿Qué se hizo?
Se realizaron búsquedas en bases de datos electrónicas para identificar estudios pertinentes. Se incluyeron 13 estudios con 1007 participantes. Los estudios compararon el efecto de escuchar música con el tratamiento habitual o ningún tratamiento. El tratamiento habitual podría ser la educación en higiene del sueño (aprender una serie de rituales para ayudar a dormir) o la atención estándar en el caso de los participantes con insomnio relacionado con afecciones médicas crónicas. Los estudios examinaron el efecto de escuchar música pregrabada a diario, entre 25 y 50 minutos, durante tres días o tres meses. Siete de los estudios incluidos declararon haber recibido financiación de consejos de investigación nacionales o fuentes universitarias y un estudio declaró financiación de una fundación privada. Cinco estudios no informaron sobre ninguna fuente de financiación.
¿Qué se encontró?
Diez estudios midieron la calidad del sueño y los resultados mostraron que la música probablemente facilita una gran mejoría de la calidad del sueño en comparación con ningún tratamiento o el tratamiento habitual. No se sabe si escuchar música tiene un efecto sobre la gravedad del insomnio (dificultad para conciliar o mantener el sueño) o el número de veces que una persona se despierta (sueño interrumpido) en comparación con ningún tratamiento o el tratamiento habitual. Escuchar música podría mejorar ligeramente la latencia de inicio del sueño (la rapidez con la que una persona se duerme), la duración del sueño (el tiempo que una persona está dormida) y la eficiencia del sueño (la cantidad de tiempo que una persona está dormida en comparación con el tiempo total que pasa en la cama), en comparación con ningún tratamiento o el tratamiento habitual. Ninguno de los estudios informó sobre efectos negativos causados por escuchar música.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La calidad de la evidencia de los diez estudios que examinaron la calidad del sueño fue moderada. La confianza en la evidencia sobre la calidad del sueño es sólo moderada porque los participantes de los estudios sabían qué tratamiento recibían y las personas que calificaron los datos también sabían a veces qué tratamiento estaban recibiendo los participantes, lo que podría introducir un sesgo. Se tiene poca confianza en la evidencia sobre la gravedad del insomnio porque los estudios fueron muy pequeños y se realizaron en diferentes tipos de personas que sabían qué tratamiento estaban recibiendo. La confianza en la evidencia sobre la latencia de inicio del sueño, la duración del sueño y la eficiencia del sueño es baja porque los estudios utilizaron métodos muy diferentes para medir estos desenlaces, y las personas de los estudios eran conscientes de la naturaleza del tratamiento. Se tiene poca confianza en la evidencia sobre la interrupción del sueño porque los estudios utilizaron métodos diferentes y mostraron resultados distintos. Además, los participantes de los estudios sabían qué tratamiento recibían.
Los estudios futuros deberán evaluar otros aspectos del sueño, así como medidas del funcionamiento diurno, como el estado de ánimo, la fatiga, la concentración y la calidad de vida.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 31 de diciembre de 2021.