Los 30 menores de 30 de Cochrane: Andrea Cervera Alepuz

Cochrane está constituida por 13.000 miembros y más de 50.000 seguidores provenientes de más de 130 países de todo el mundo. Nuestros voluntarios y colaboradores son investigadores, profesionales de la salud, pacientes, cuidadores, personas con una gran pasión por mejorar los resultados de salud de todos, y en cualquier lugar del planeta.

Cochrane es una increíble comunidad de personas y cada una desempeña un papel importante en la mejora de la salud y la atención médica a nivel mundial. Creemos que, si tomamos decisiones de salud a partir del conocimiento basado en evidencia fiable, podemos lograr una mejor salud para todos en todo el mundo.

Muchos de nuestros colaboradores son jóvenes que trabajan en Cochrane como investigadores, científicos, estudiantes y traductores voluntarios. Queremos reconocer el trabajo de esta generación de colaboradores como parte de una nueva serie llamada los “30 por debajo de 30” de Cochrane.

En esta serie, entrevistaremos a 30 jóvenes, de 30 años de edad o menos, que contribuyen a las actividades de Cochrane de diversas maneras, las cuales promueven la toma de decisiones de salud basadas en la evidencia a nivel mundial.

Podremos conocerlos en una serie de entrevistas publicadas durante estos próximos meses. 

Nombre: Andrea Cervera Alepuz

Edad: 30

Programa: Coordinadora provisional de traducciones y responsable de traducciones y comunicaciones para Cochrane Iberoamérica.

 ¿Cuándo conoció por primera vez a Cochrane? ¿Por qué eligió trabajar / ser voluntaria para Cochrane?

Oí hablar de Cochrane por primera vez mientras estudiaba el máster. Necesitaba hacer prácticas y formarme como traductora médica en alguna empresa u organización benéfica para completar mis estudios. Mi padre, que es farmacéutico, sugirió que debería intentar hacerlo en Cochrane. Me explicó cuál era su misión y, aunque me llevó un tiempo comprender las revisiones sistemáticas y los metanálisis (aún estoy aprendiendo eso), pensé que era un buen lugar para obtener experiencia.

¿Cómo te involucraste con Cochrane? ¿Cuál es tu recorrido?

Empecé a trabajar para el Centro Cochrane Iberoamericano con un contrato de prácticas como parte de la formación del máster. Después de completar este período, me ofrecieron un trabajo como traductora y responsable de comunicaciones. Soy licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad del País Vasco, y luego vine a Barcelona para obtener mi máster en Traducción Biomédica.

¿Qué haces en Cochrane?

Como coordinadora provisional de traducciones, trabajo junto con Cochrane IT Services y el equipo de apoyo de Cochrane para garantizar que los 17 equipos de traducción de Cochrane puedan realizar actividades de traslación de conocimiento en su idioma. También participo en el desarrollo de la, ya mejorada, Biblioteca Cochrane como experta en temas de internacionalización.

Como traductora y responsable de comunicaciones en el Centro Cochrane Iberoamérica, traduzco productos de traslación de conocimiento como podcasts, notas de prensa, infografías, etc., y los difundo a través de nuestra web, boletines, listas de correo y redes sociales. También edito las revisiones Cochrane en español antes de su publicación y ayudo a crear el nuevo portal de la Biblioteca Cochrane.

¿En concreto, qué te gusta de trabajar para Cochrane y qué has aprendido?

Lo más gratificante es poder trabajar por un "bien mayor". Los trabajos de traducción médica, en general, están vinculados a compañías farmacéuticas, al contrario que Cochrane, por lo que trabajar para Cochrane, que respeta totalmente y suscribe sus principios, es excepcional. Disfruto especialmente de la organización en red, que me permite trabajar con personas de todo el mundo casi como si estuvieran sentadas en la oficina que tienes al lado.

¿Cuáles son tus planes futuros?

Mi objetivo es continuar trabajando como traductora médica y editora de español, aprendiendo de la experiencia y los colegas de Cochrane y ayudando a aportar evidencia de atención médica a todo tipo de público.

En tu experiencia personal, ¿qué podría hacer mejor Cochrane para mejorar su perfil global?

Los recursos son limitados en los equipos de traducción de Cochrane. Creo que hacen un gran trabajo a pesar de estos desafíos. Sin embargo, aumentar los recursos y hacer esfuerzos para mejorar las condiciones de los equipos de traducción, especialmente los de los idiomas más hablados (español, chino, árabe, francés), probablemente tenga un impacto en la difusión de la evidencia Cochrane en todo el mundo.

¿Qué esperas de Cochrane para el futuro?

Lo ilustraré con un ejemplo, que espero se entienda. Cuando comencé a trabajar en Cochrane, siempre tenía que explicar qué era a mis amigos y familiares. Pensé que era totalmente normal que las personas ajenas al ámbito sanitario no tuvieran ni idea sobre Cochrane. Sin embargo, me sorprendía mucho cuando alguien que trabajaba en el campo de la atención médica/farmacéutica tampoco tuviese idea del trabajo que se hace en Cochrane; y he conocido a unos cuantos de ellos. Si respondiera esta pregunta en aquel entonces, habría dicho que esperaba que la evidencia Cochrane llegara a todos los profesionales de la salud/farmacéuticos. Y todavía lo hago, pero mi ambición ha crecido; por eso, lo que espero ahora es que cada persona (paciente o médico, periodista o investigador, no experto o profesional) entienda qué es Cochrane y utilice la evidencia Cochrane.

¿Consideras importante que los jóvenes se involucren en Cochrane?

Creo que la única posibilidad de supervivencia de una organización es dando la bienvenida a los miembros más jóvenes. No solo por el envejecimiento, sino porque cualquier entidad necesita estar constantemente repensando y confrontando sus principios y procesos para asegurarse de que evoluciona y se adapta a nuevos escenarios y desafíos. La experiencia es ciertamente muy valiosa, pero también podemos aprender mucho de los jóvenes.

¿En tu opinión, por qué es así?

Los jóvenes normalmente están mucho más al día de las últimas formas de interacción, en parte porque crecieron con ellas. Esto obviamente no significa que cuanto más nuevo mejor, pero estoy segura que antes de rechazar algo, se debe intentar. Además, diferentes formas de trabajar e interactuar pueden coexistir y complementarse entre sí dentro de la misma organización.

¿Qué les dirías a otros jóvenes que desean involucrarse en el trabajo de Cochrane pero que no están seguros de por dónde empezar...?

Creo que depende enormemente de cuál sea la experiencia del joven interesado y en qué área le gustaría involucrarse. Si hablamos de jóvenes que desean involucrarse en la traslación de conocimiento, sugeriría que se pongan en contacto con el centro Cochrane de su país para ver si necesitan ayuda con sus actividades de traducción y comunicación. Si tienen habilidades de traducción en uno de los idiomas a los que se traduce Cochrane, un buen punto de partida sería unirse a Cochrane como traductor voluntario al realizar la prueba de traducción de Cochrane. Si tu idioma no está allí, siempre puedes intentar navegar por el TaskExchange de Cochrane, donde se publican muchas actividades de traducción todos los días.