Muchas personas que fuman quieren dejar de hacerlo, pero les resulta difícil conseguirlo a largo plazo. Una de las estrategias más eficaces y utilizadas para lograrlo es combatir el deseo de fumar asociado a la adicción con parches y chicles de nicotina. Ahora, una revision Cochrane, actualizada con los estudios más recientes que han comparado los cigarrillos electrónicos con otros métodos para dejar de fumar, concluye que durante los primeros seis meses los cigarillos electrónicos son probablemente una ayuda más eficaz que los chicles y parches de nicotina. Aunque el grado de certeza de estos resultados es moderado, los investigadores señalan que faltan pruebas sobre los posibles daños del uso de cigarrillos electrónicos a largo plazo.
Los cigarrillos electrónicos existen desde hace años, pero recientemente su popularidad ha aumentado y han comenzado a parecerse menos a los cigarrillos convencionales. A diferencia de los chicles y parches, imitan la experiencia de fumar un cigarrillo (lo que se conoce como vapear), porque se llevan en la mano y generan un vapor parecido al humo. Esto ayuda a recrear sensaciones similares a las de fumar sin exponer a los usuarios o a otras personas al humo de los cigarrillos convencionales, y puede además utilizarse para aportar nicotina a las personas que vapean.
Un equipo de investigadores ha actualizado una revisión Cochrane que compara los efectos de los cigarrillos electrónicos con los parches y chicles de nicotina, con cigarrillos electrónicos falsos sin nicotina y con ningún tratamiento. Esta revisión actualizada incluye ahora 50 estudios (con un total de 12.430 personas), 35 más que la anterior version de 2016. Aunque 24 de ellos son estudios no controlados, sus resultados apoyan los datos de los ensayos controlados aleatorizados.
Hallazgos de los estudios analizados
Los investigadores identificaron tres estudios, con un total de 1498 personas, que compararon los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina con la terapia de reemplazo de nicotina administrada en forma de parches o chicles. Los resultados mostraron que más personas dejaban de fumar si utilizaban cigarrillos electrónicos con nicotina que otras formas de reemplazo. Si 6 de cada 100 personas dejan de fumar utilizando la terapia de sustitución de la nicotina, 10 de cada 100 personas dejarán de fumar utilizando cigarrillos electrónicos con nicotina. Esto significa que 4 de cada 100 personas adicionales podrían dejar de fumar con cigarrillos electrónicos con nicotina. Se observaron resultados similares en otros tres estudios (con 802 personas), que compararon los cigarrillos electrónicos que contenían nicotina con los que no la contenían.
Las pruebas de cuatro estudios (con 2312 personas) mostraron que si 4 de cada 100 personas dejan de fumar con terapia conductual o sin ningún apoyo, otras 6 personas adicionales de cada 100 podrían dejar de fumar utilizando cigarrillos electrónicos con nicotina.
Efectos secundarios a largo plazo
Los autores de la revisión no detectaron pruebas claras de daños graves causados por los cigarrillos electrónicos de nicotina. Sin embargo, las pruebas sobre los daños graves son inciertas, ya que el número total de estudios fue pequeño y los problemas de salud graves fueron muy poco frecuentes, tanto en los usuarios como en los no usuarios de los cigarrillos electrónicos de nicotina. No hubo información sobre los efectos del uso a largo plazo (más de dos años) de los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina.
Los estudios mostraron que la irritación de la garganta y la boca, el dolor de cabeza, la tos y las náuseas son los efectos secundarios que se comunican con mayor frecuencia a corto y medio plazo (hasta dos años). Los estudios evaluaron los daños potenciales de los cigarrillos electrónicos cuando se utilizan para ayudar a las personas que fuman a dejar de fumar, pero no evaluaron otros daños potenciales como si los cigarrillos electrónicos fomentan el uso de la nicotina entre las personas que no fuman.
Grado de certeza
El autor principal de esta revisión Cochrane actualizada, Jamie Hartmann-Boyce, del Grupo Cochrane de Adicción al Tabaco, señala que “ahora hay pruebas de que los cigarrillos electrónicos con nicotina probablemente aumentan las posibilidades de dejar de fumar con éxito en comparación con el chicle o los parches de nicotina".
“Aunque actualmente no hay pruebas claras de ningún efecto secundario grave, existe una considerable incertidumbre sobre los daños de los cigarrillos electrónicos y se necesitan datos a más largo plazo”, agrega Hartmann-Boyce. “El consenso científico sostiene que los cigarrillos electrónicos son considerablemente menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales, pero no están exentos de riesgos”.
Y concluye: “Nos alienta ver que hay 20 ensayos en curso, y buscaremos nuevas evidencias publicadas cada mes a partir de diciembre de 2020. Es importante que la revisión continúe aportando información actualizada a los fumadores, los proveedores de atención sanitaria y los reguladores sobre los posibles beneficios y daños de los cigarrillos electrónicos”.
Puede consultar la revisión sistemática completa aquí.